La personalidad de la localidad de Jasa viene marcada por la gran plaza que preside el pueblo, con unas dimensiones inusuales en el Pirineo. Los elementos más singulares de la plaza son la iglesia, el frontón y el crucero que marca el cruce de caminos Aísa-Aragües. Jasa se escalona sobre la ladera desde la que domina la entrada al fondo del valle, una vez superados los estrechos del Osia.
Su arquitectura civil está muy determinada por el carácter ganadero del valle.
Casonas de grandes dimensiones con chimeneas troncocónicas características de los valles occidentales y rematadas con espantabrujas, figuras de animales o símbolos que impiden que las brujas entren por el hueco de la chimenea.
Lugar de nacimiento de Joaquín Gil Berges (Jasa, 1834- Zaragoza, 1920), ministro durante la I República y notorio jurista.
Destaca el empedrado de sus calles, característico de la zona, que cubre prácticamente todo el pueblo.
La tradición popular sitúa en Jasa a la Mora del Bisaurín, a donde huyó perseguida por un señor de la zona. La mora (hada) se sentó sobre una piedra de la que comenzó a manar agua hasta que la cubrió por completo.
La fuente que allí apareció se llamó la Zamputia, hoy convenientemente habilitada junto a su entorno de la Tejería.
En Jasa se conserva el dance de la localidad, estrechamente relacionado el del valle de Aísa debido a su cercanía: piezas de palos, pañuelos y castañuelas conforman el repertorio del dance de Jasa que junto al traje de mujer de Jasa constituyen una manifestación popular antiquísima y muy variada.
